En el marco de los dieciseisavos de final de la Copa Argentina, Defensores de Belgrano cayó por tres a dos frente a Belgrano de Córdoba, en un partido, no apto para cardíacos, con cinco goles, 3 expulsiones y mucha polémica, pese a la derrota y la eliminación, los comandados por Carlos Mayor, se van del certamen con la frente en alto y con el amor genuino de su gente que nunca, pero nunca lo va a abandonar.
A los siete minutos llegó la apertura del marcador tras un pase en profundidad de Gustavo Mendoza, uno de los mejores laterales de la categoría, desviado por el Topo a la red.
Desde el comienzo, el Dragón, planteó el partido de igual igual ejerciendo una presión alta y demostrando una enjundia característica de esta institución.
Belgrano, con sus grandes recursos, jugadores y su historia demostró menos que Defe, no logrando llegar casi con ocasiones de claridad al arco de Alejandro Medina.
Sin embargo, luego de un tiro libre jugado rápido, Benítez llegó tarde, llevándose puesto al jugador rival, concediendo penal.
Empate y final del primer tiempo.
En la segunda etapa, el Dragón volvió a salir con el mismo hambre y ganas de ir a buscar el partido.
En el minuto 58 tras un centro de Correa nuevamente el Topo volvió a convertir. Ventaja nuevamente merecida.
En el festejo del segundo gol arrojaron un objeto que le pegó en la cara a Ezequiel Aguirre calentando aún más el ambiente del partido.
Varias jugadas después, el capitán vió la segunda amarilla y se fue expulsado.
Belgrano logró llegar al empate.
Un rebote boyando en el área le quedó servida a un jugador pirata.
El partido empezó a desmadrarse cada vez más al punto tal que cuando Belgrano logró marcar el tercer gol, Uvita Fernández le gritó en la cara la conquista al banco del Dragón.
Se fue expulsado, sin embargo, por haber reaccionado, Benítez también vio la roja y continuamos con un jugador menos.
Con el corazón en la mano, y sin nada que perder el Dragón, fue con todo a buscarlo sin importar nada.
La igualdad nunca llegó, y la eliminación se hizo concreta, de todos modos estamos orgullosos de la entrega y el fútbol que ha demostrado este equipo, dejando nuestro nombre bien en alto, como manda la historia.
Pese al dolor que dejan derrotas como esta, el pecho quedó inflado y seguiremos por la misma senda en el torneo de la Primera Nacional, en donde perseguimos el sueño mejor.
Por: Martín El Lakkis
Fotos: Patricio Toscano/ Agustín Queiroz