Defensores cayó derrotado por 4 a 0 por los 32avos de final de la Copa Argentina, en una noche donde no le salió ninguna, Atlético Tucumán fue más ambicioso y súper efectivo, de todos modos el trámite del partido fue por muchos momentos parejo, hasta que en el final llegó la goleada, resultado mentiroso, pero de todos modos un baño de realidad y ahora la vista enfocada únicamente en el objetivo mayor.
En el primer tiempo, los primeros diez minutos hubo mucha iniciativa del Dragón, buenas intenciones y el toquetéo acostumbrado, pero sin crear peligro, pasado ese rato fue Atlético el que tomó las riendas.
Sin asediar cascoteando el rancho, en dos ocasiones fue Pietrobono que evitó la caída de nuestra valla, ambas veces llegó a desviar el balón que se estrelló contra el palo.
En los últimos 15 de nuevo Defensores insinuaba, con las proyecciones de Sánchez y Massaccesi, la polenta de Zayago y Moyano, que no se entrega ni siquiera en las más adversas circunstancias.
En la segunda etapa Atlético Tucumán pisó el acelerador desde el inicio y a las 6 minutos encontró el gol tras una jugada profunda con pase atrás.
En ese momento se vio quizás la mejor versión de los dirigidos por Carlos Mayor, sin grandes ideas pero con ímpetu y con orgullo fue a buscarlo. El capitán Aguirre como mascarón de proa.
La jugada más clara fue un error del arquero rival, el Topo pescó una pelota mal entregada, corrió hacia el gol pero una pierna contrincante lo tumbó sin piedad por atrás. Expulsión y falta pero bien le terminó valiendo a cambio del triunfo.
Con un jugador de más Defe fue el protagonista pero continuó sin generar disparos peligrosos al arco.
Con mucho amor propio y orgullo mientras uno tras otro caían los goles en el final del partido, jugadores e hinchas dieron una demostración de hidalguía y entereza, ante el aplastante y muy exagerado 0-4 dieron la cara bajo una lluvia que fue torrencial.
En las tribunas una gran cantidad de público que se enajenó como nunca con el tercer gol del rival y llegó a su ebullición en el cuarto, dando un espectáculo hermoso y emotivo en la tribuna local de la cancha de Unión.
Con el dolor lógico de una derrota, además por goleada, el árbol no nos debe tapar el bosque, si bien siempre es lindo avanzar en esta hermosa copa, la cabeza está puesta en nuestro anhelo mejor, ganar la Primera Nacional y subir a la Liga Profesional.
El próximo objetivo será viajar a Chaco, allá vamos.
Por: Martín El Lakkis
Fotos: Lucas Kupersmid