El Dragón cayó por 3 a 1 frente a San Martín en Tucumán, logró ponerse en ventaja sobre el final de la primera etapa, pero en el segundo tiempo no le salieron bien las cosas y el local terminó quedándose con todo.
Durante los primeros 20 minutos del primer tiempo el Santo tucumano dominaba la tenencia de la pelota y las acciones del cotejo.
Del lado del rojinegro con Mauro Formica usando la número 10 haciéndose eje del juego y por supuesto como siempre la velocidad del topo Aguirre.
Una lluvia incesante, diluvio por momentos, complicaba el hecho de jugar por abajo para ambas escuadras.
En el segundo minuto de adición y tras una habilitación de Tito Chávez, el capitán definió por arriba de la humanidad del arquero, como alguien que sabe. Gol del Topo y a cobrar.
La ventaja para ir al vestuario parecía traer buenos augurios, sin embargo la suerte cambió de lado.
Ya bajo una llovizna mucho más tenue el asedio de San Martín se hizo cada vez más fuerte y llegaron al empate con una jugada muy parecida al gol de Defe.
Habiendo sentido el impacto de aquel tanto, el Dragón no pudo volver a hacer pie en el terreno de juego y terminó recibiendo dos golpes más que lo dejaron nocaut.
Sabiendo que ante este rival, en esta cancha era un partido muy difícil, de todos modos la expectativa por traerse algo era alta y la decepción domina hoy nuestra emoción.
De todos modos hay que saber que este camino sigue y cuanto más fuerte pueda levantarse uno de los golpes, más firmes serán nuestros pasos y nuestro horizonte cada vez más cercano.
Toca ahora visitar a Temperley en busca de un triunfo que nos devuelva la sonrisa.
Por: Martín El Lakkis
Fotos: Prensa oficial San Martín de Tucumán