“Acepten la injusticia, traguen veneno que al final todo se equilibra”.
Apenas arrancó el pleito una linda jugada de los de Nardozza terminaba en gol pero era anulado por posición adelantada.
No es la primera vez que se suspende un partido por problemas con las luces en Junín y el equipo rival debe viajar dos veces y jugar dos veces el partido, pero ese desgaste no le impidió al Dragón ser amo y señor de todas las acciones de juego. En el primer tiempo las corridas de Ezequiel Aguirre inquietaban a los del fondo, un inspirado Maravilla Olivares a puro lujo hacia jugar al compás de su música.
Otro que estaba con todas las luces fue el Loro Giménez que con firuletes se divertía y nos divertía. Finísimo en mitad de cancha Sosa, enganchando y habilitando. Gran labor de los dos pitbull por los laterales.
En una jugada polémica el arquero verde apenas vio la tarjeta amarilla tras una falta brusca al Topo afuera del área, por medio de una pelota parada llegó la jugada más clara del mini primer tiempo, pelota metida al medio por Benegas que le quedó demasiado alta al Indio Goux elevando su cabezazo por arriba del travesaño casi abajo de la línea del arco.
En el comienzo del segundo tiempo llegó el acierto del técnico kiwi, Mauro Albertengo ingresó para tratar de despertar a sus compañeros y fue él el encargado de anotar en el único ataque de los de Junín.
Fue entonces cuando el Dragón salió a quemar las naves y los locales se refugiaron en la trinchera de su propia área.
En la jugada bisagra del partido, tras una tapada tremenda de Vicentini la pelota quedó boyando y fue cabeceada por Leandro Martínez Montagnoli, pero en la línea del arco Torres la sacó con la mano, viendo la roja y dejando a Aguirre mano a mano con su arquero.
El remate de la figura del Dragón (uno de los mejores del torneo) fue interceptado con las piernas por el 1, al igual que uruguay en el mundial 2010, y argentina con Kempes en el 78, Sarmiento sacó ventaja de una acción desleal, pero le alcanzó para quedar puntero solo a una fecha del final.
Para el final los del Bajo Núñez pudieron haber empatado el partido a puro centro pero no se dio. Vaya uno a saber porque. Aún hoy no se encuentran explicaciones para argumentar haber perdido. Yo no las tengo, si tengo argumentos para creer pese a todo en conseguir el segundo ascenso.
Duele por la ilusión, por lo grande del sueño, el tamaño de las ilusiones se hace proporcional a la tristeza del golpe. Pero el fuego de este equipo no es de los se extinguen fácilmente, todavía queda una puerta para subir a la primera división y esta institución va a ir en busca del anhelo mayor, caiga quien caiga, le pese a quien le pese y cueste lo que cueste.
“Que un sueño acabó ya te dijeron pero no, que todos los sueñitos, no”.
Por: Martin El Lakkis (@lapasionrojayne)
Fotos: Andrés Renaudier (@andresrenaudier)