Bajo Nuñez, Buenos Aires, Argentina
Reinaldo José Borlenghi fue el centrehalf de una línea media inolvidable para los seguidores del fútbol de ascenso de aquellos años de finales de los 50 y comienzos de los 60.
Formó parte del equipo de Defensores Campeón de 1958, el que mayor porcentaje de puntos obtuvo en un torneo y aquel que estuvo cerca de marcar el centenar de goles.
Mónaco, Borlenghi y Chiti … se repetía de memoria, y se había ganado el respeto de propios y extraños en aquellos tiempos de fútbol de ascenso sabatino, canchas peligrosas, pisos sin césped y tribunas de madera.
Borlenghi llegó a Defensores desde Acassuso en 1958, e hizo su debut en el primer equipo de Defensores en la fecha inicial del torneo de Segunda de Ascenso, el 5/4/58, en la goleada que propino el futuro Campeón a Liniers en el Bajo Núñez (5 a 2 con 4 goles de Luis Ojeda).
Permaneció en Defensores durante 3 temporadas, más precisamente hasta 1960, cuando fue transferido a Platense … y se despidió a lo grande, el 4/12/60, en el “Juan Pasquale”, en el triunfo del local frente a los calamares por 3 a 1 (goles de Guillermo Linares, Luis Ojeda y Rodolfo Villalba). Completó entonces, con este encuentro, 91 partidos defendiendo la casaca roja y negra del Dragón.
Hoy, con sus 87 juveniles años, Don Reinaldo quiso visitar el estadio que fue y es su casa y pisar el césped donde vivió sus mejores momentos como futbolista.
Defensores lo recibió como se merece una gloria viviente de nuestra institución. Borlenghi recibió el saludo cariñoso de viejos hinchas defensoristas, algunos de los cuales lo vieron jugar, de Dirigentes, Periodistas partidarios y de todo aquel que reparó en su presencia.
Además, posó junto a quienes lo sucedieron en su puesto dentro de la cancha con la casaca roja y negra: Jorge Busti y Juan Manuel Sosa, dejando una hermosa imagen para la posteridad.
Que más se puede decir de un momento tan emotivo … Hasta luego, Don Reinaldo, gracias por todo y hasta cualquier momento …. Defensores no se olvida de aquellos que defendieron sus colores.
Por: Javier Bava
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