En la tarde del Sur de la Provincia de Buenos Aires Defensores derrotó por 1 a 0 a Talleres de Escalada, un triunfo ajustado pero con justicia porque fue efectivo y supo mantener la ventaja, el Dragón suma 3 partidos invicto, sin recibir goles en contra y dejando atrás los últimos malos resultados se va abriendo paso en el reducido por el segundo ascenso.
«Un gran remedio para un gran mal»
La inclusión de Victor Gómez Varas en el 11 inicial sorprendió a más de uno, sumaba apenas 100 minutos en todo el campeonato, pero Fito Della Pica se la jugó por él y Víctor le respondió con lo que vale para los 9, un gol y tempranero.
Apenas iban 7 minutos cuando la visita se encontraba con la ventaja, la vuelta de Enrique era una buena noticia para Defe y sobre todo para Aguirre que tan bien se lleva con el Negro Rey, una pared entre ellos, otra pared más y centro de Enrique que no puede conectar Gómez Varas, el rebote lo alcanzó Juan Sosa que volvió a meter la pelota al corazón del gol.
El balón fue interceptado por el 9 que con olfato goleador (que tanta falta le hacía a este equipo), agazapado como un depredador en el área atacó en el momento justo y mandó la pelota adentro.
Gol y grito con los brazos abiertos, como aquel ignoto Salvatore Schillacci en Italia 90 (el goleador que nadie esperaba y nadie invitó pero puso a todos a hablar de él), el Santafesino ponía en ventaja a un Defe que madrugó a su rival. Pero este goleador sorpresa de la galera se iría reemplazado a los 20 minutos por una lesión muscular como una broma macabra.
De ahí en más Talleres tuvo mucho la pelota e inquietó poco al Tano Anconetani, del otro lado las corridas de Aguirre que estaba en una tarde arrolladora como casi todo el torneo, y la firmeza de la línea de fondo le daban justicia a un marcador apretado pero suficiente para ganar el primer tiempo.
En el segundo tiempo el local alternó tenencia de pelota con centros, poco resultado le trajo, en pocas jugadas llevó peligro en sus ataques, todo era despejado por la defensa o el arquero, el 10 del albiblanco Marcos Giménez mostraba rebeldía pero sus compañeros no lo acompañaron.
En las corridas y los pies del Topo el partido pudo haber sido liquidado varias veces, vendría la expulsión de Ezequiel Vidal que no cambiaría la ecuación, un Talleres dueño de la pelota pero inofensivo, y un Defe intentando liquidar de contra.
Llegó el pitazo final y con él algunas dudas sobre el funcionamiento del equipo, pero varias certezas; cambiar una racha nefasta por una senda de buenos resultados no es fácil y a hizo, quedan dos finales para entrar al reducido y dentro del reducido puede pasar cualquier cosa.
Defe tiene en Aguirre a su ancho de espadas, deberá tener más compañia para soñar con volver al Nacional. Pero teniendo a Aguirre en este nivel ¿cómo no ilusionarse?
Todavía queda fuego sagrado, y un plantel que ríe y promete un trago más, que ni aún vencido se da por vencido, que tiene ganas de seguir haciendo historia, que ya ascendió con estos colores y nunca hay que subestimar el corazón de un campeón.
Por: Martín El Lakkis
Fotos: Andrés Renaudier
Entrevistas: Nelson Colares
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