Defensores y UAI Urquiza empataron en lo que se pareció más a un partido de waterpolo que a uno de fútbol; dificilísimo hacer un análisis futbolístico de un partido que debió haberse postergado, pero que se jugó igual, debido a la presión de la televisación, en condiciones inaceptables del terreno de juego.
La pelota rodaba poco en ciertos sectores de la cancha y, en el resto del campo de juego, los jugadores directamente debían levantarla como en el fútbol-playa, una odisea jugar en esas condiciones.
Sin embargo, la visita arrancó mejor, más despabilado, y parecía entender como había que jugar el cotejo en un terreno de juego lleno de grandes charcos y barro.
Fito probó algunas variantes que incluyeron a Alexis Palacios en lugar de Juan Sosa, y el ingreso de Baima por Andrés Soriano. Defe entendió que había que trasladar poco la pelota por abajo y lo mejor era tirar pelotazos para pasar la transición de la mitad de la cancha.
Así el Dragón llegó algunas veces al arco rival apoyado sobre todo en la calidad de Miguel Escobar y de Franco Aragón. En los pies de Escobar estuvo la más clara de la primera etapa, pero el arquero le ahogó el grito de gol.
Más tarde, tras una linda habilitación de Aragón, llegó otra chance; Lucas Buono encaraba al arquero y le picaba el balón con mucha categoría, pero la jugada sería anulada por posición adelantada.
Para la segunda etapa el protagonismo del «partido» cambiaría de bando, y aunque parezca poco creíble, el viento en contra que ahora le tocaba sufrir al Dragón, había aumentado y mucho; Anconetani -de fuerte pegada- no podía cruzar la mitad de la cancha y la pelota cuando agarraba vuelo retrocedía entre uno y dos metros por las fuertes ráfagas.
UAI contó con varias chances ,entre ellas, un mano a mano a quemaropa que logró tapar el Tano con los pies, y algunos centros «llovidos» que pudieron haberle dado la victoria. Defe tuvo una clara tras un centro con los cordones de Aragón que Buono cabeceó a las manos del arquero.
El encuentro se fue, dejando la sensación de que no debió haberse jugado, fue una irresponsabilidad de los organizadores poner la pelota en juego desde un principio, muy peligroso para las posibles lesiones pero sobre todo dilapidante para quiénes querían ver un partido de fútbol que nunca hubo en toda la tarde.
Puede sonar reiterativo pero el conjunto del Bajo Núñez no debe caer en la desesperanza ni en las decisiones apresuradas. Aragón y Escobar, cuando se encuentran, aún bajo una lluvia constante y una cancha empantanada, juegan lindo y hacen jugar.
Una sola modificación realizaron ambos entrenadores, por el lado de Della Picca fue obligada debido a una fuerte infracción sobre Podestá que salió reemplazado por Andrés Manzanares con gestos de mucho dolor y debió ponerse hielo (podría ser un esguince).
La próxima fecha, recibirá en el Juan Pasquale a Barracas Central, que tiene grandes nombres y viene peleando arriba.
Será cuestión de barajar y dar de nuevo, como grande de la categoría que es, deberá ganar en casa y alistarse en el pelotón de los que aspiran al ascenso.
Por: Martín El Lakkis
Fotos: Andrés Renaudier
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