Defensores volvía del largo receso de tres meses que postergó al fútbol , en el mediodía del domingo sufrió un duro tropiezo en el Bajo Flores, ante un rival que nunca se animó a ir a buscar el partido, pero terminó llevándose un premio inmerecido, motivan e ilusionan algunas sociedades entre sus volantes pese al 1 a 0 en contra que lo dejó con las manos casi vacías, caerse está permitido, levantarse es obligatorio.
El encuentro empezó con un Dragón buscando ser protagonista moviendo la pelota por abajo e intentando asociar a sus jugadores con buen pie, al «Negro Rey» Fernando Enrique se le sumaron Franco Aragón y Miguel Escobar, de pisadita fácil con mucha categoría. Durante la primera parte del primer tiempo dominó las acciones y tuvo la primera chance clara en los pies del número 7 (Escobar), éste fue habilitado por un cabezazo de Buono, tiró un sombrero y definió por abajo, el uno local logró manotear el esférico mandando al córner el peligro.
Pese a no querer el protagonismo del partido Español tuvo algunas chances, una de ellas llegó luego de una buena jugada colectiva derivando en un centro pasado, capturado por Cisterna que enganchó, la volvió a meter al área chica, Ibáñez conectó y la pelota no entró de milagro. El partido se emparejaba para abajo pero era Defe quien más insinuaba, tocando la pelota entre el 7, el 8 (Aragón) y el 10.
Con una linda combinación tuvo una clara oportunidad, la jugada colectiva nació de los pies de Baima, pasó por Enrique que tocó para Aragón, quien le devolvió la pared, el 10 cedió para Escobar, recibiendo en el borde del área, giró y definió por arriba del travesaño. Estéticamente la jugada fue hermosa, el toqueteó ilusionaba, con velocidad y precisión la visita ponía en aprietos al equipo de la comunidad española.
El primer tiempo dejaba un saldo positivo por la actitud del ejército desarmado del Bajo Nuñez, el coqueteo con el buen trato a la bocha, y sobre todo el hecho de no dejar en soledad a Lucas “El Espartano” Buono, una jugada que terminó en centro era prueba cabal de ello, 3 jugadores llegaban para buscar el gol, aunque no lo lograrían, pero dejaba una buena impresión.
En el segundo tiempo bajó su rendimiento Escobar y se notó mucho la ausencia de Juan “La Brújula” Sosa, su rival encontró un gol de contraataque, tras una tremenda definición de un defensor que le pegó de tres dedos tras una pifia de Goux y una mala salida de Anconetani, el Tano quedó mal parado no pudiendo evitar la caída de su arco. Ahí se vio otro partido con un Defensores yendo como podía al ataque dejando de lado un poco las formas.
Hubo una chance clara en los pies de Martín Iglesias, que está en un momento bárbaro, encontró una pelota picando en un rebote fuera del área pero la caprichosa se fue apenas desviada. La otra oportunidad fue en un cabezazo de Luciano Goux, que el arquero encontró de milagro en el piso. Español se dedicó a defenderse como podía y a hacer tiempo. Luego de varios centros y arremetidas llegó el final del partido con sabor amargo por una inmerecida derrota.
El camino recién comienza y si aprovecha el buen pie de los refuerzos puede dar batalla y además generar un fútbol vistoso para el paladar negro del Pueblo Defensorista. Los nervios y las ansiedades por el debut le jugaron una mala pasada, recibió una daga traicionera en un gol de contraataque, pero dejó entrever un fueguito que fue encendido hace rato, y que parece propagarse por el trabajo a largo plazo.
Que la derrota no oculte el foguéo con los dos equipos de primera por Copa Argentina, contra los que se plantó a lo guapo, con fútbol e inteligencia, eliminó a uno y le vendió carísima la derrota a Arsenal en un partido emotivo por el rival y la dignidad hasta las lágrimas de las 3000 almas rojinegras que iluminaron el sur de la provincia de Buenos Aires.
Eduardo Galeano dice que “No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende.” y en ese camino va el viejo Defe, con triunfos y derrotas en el lomo pero con un fuego sagrado que promete un trago más.
Por: Martín El Lakkis
Fotos: Andrés Renaudier
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