SE ACABÓ LA ESPERA
Llegó el día nomás. El sábado, cuando el reloj marcaba las 19.05, después de un receso que acumuló una enorme ansiedad y, conforme se iban sumando nombres, también agigantó la expectativa y la ilusión, Defe saltó al campo de juego.
En la previa, era imposible no imaginar una parada complicada. Mas allá de la fortaleza en la que se ha transformado el Pasquale, el debut de 9 jugadores (8 refuerzos y un juvenil), más la complejidad que siempre presenta un rival como Barracas, nos hacían preveer que el Dragón iba a tener una tarde trabajosa si pretendía quedarse con una victoria.
La tarde arrancó como una noche oscura. En esos primeros 25 minutos donde el rival manejaba la pelota, Defe no lograba hacer pie en el campo y las situaciones de peligro de la visita se sucedían una trás otra. La desventaja temprana en el marcador puso todo áun más cuesta arriba.
En ese complicadísimo escenario, ahí resurgió Defe. En la primera llegada a fondo y tras una buena pared entre Nadal y Colitto (la figura de Defensores), un centro razante permitió que Soriano apareciera en todo su esplendor. Desplegó el manual del 9: pique corto para anticipar a su marcador y definición cruzada y de primera. 1 a 1.
De ahí en más, el partido cambió el rumbo. El local tomó confianza y manejó ese tramo final de la primera etapa, con una sociedad que ilusionó a todo el bajo; Colitto dejó en andarivel izquierdo para tirarse a la derecha, asociarse con el debutante Ciccolini (gran presentación) y ponerle fútbol a la tarde del Pasquale.
Ese ratito del primer tiempo bastó para mostrar que hay material, que Soriano entiende todo, que Rodríguez va a todas y que los volantes saben juntarse y ponerle fútbol a la ya conocida solidez del Dragón.
El segundo dejó poco de fútbol, pero puso nuevamente en evidencia el enorme respeto que se ganó este plantel. Barracas, con nombres de jerarquía, se conformó con un puntito, que en ese primer tramo del partido tenia sabor a nada.
Pensando en Riestra, Defe recupera 3 pilares fundamentales, para buscar cantar victoria por primera vez, y acomodarse desde el inicio, entre los protagonistas del torneo. Que así sea.
Por: Cristian Pasquale
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