Si, leíste bien, fue la final número 100, la que por la fecha 42 jugó este plantel que con tanto orgullo, profesionalismo y respeto viste la gloriosa Roja y Negra. Porque hace dos años y medio que el Dragón juega finales, es el tercer torneo en el que estos muchachos dejan la vida por Defensores en cada pelota, porque tuvieron que bancar todo el 2013 y el 2014, sabiendo en que cada partido se jugaban la permanencia y cuando parecía logrado, nos dejaron sin nada esas extrañas cosas que tiene nuestro fútbol.
Pero ni ellos adentro, ni nosotros afuera, bajamos los brazos y así se comprometieron a devolvernos a la B en seis meses. La gente estuvo ahí de nuevo, alentando hasta la muerte porque creemos en ellos, porque sabíamos que eran capaces de volver a jugar seis meses más de finales y nos regalaron el ascenso, y les regalamos otra fiesta más.
Otra ves en la B, jugaron 42 finales para cumplir los otros sueños, y la gente ahí de nuevo siempre acompañanando y alentando fiel a su costumbre de nunca abandonar, porque este amor por Defe va más allá de cualquier explicación. Armamos otra fiesta y ellos dejaron todo, lo buscaron ganar siempre, buscaron darnos esa alegría. Pero a veces todo el esfuerzo y entrega del mundo no son suficientes cuando tu rival quiere lo mismo, pero sin jugar, creyendo que campeón se sale sin ganar. Defensores sabe que no es así, es por eso que siempre fue a buscarlo, y es por eso que se fue ovacionado, es por eso que tenemos que armar otra fiesta, porque el sueño del ascenso está intacto y nuestros dragones van a ir por todo nuevamente.
Arranca una nueva etapa de finales de esas que solo nosotros más que nadie sabemos jugar. Porque las venimos jugando hace dos años y medio, es por eso que volveremos a llenar el Pasquale, que volveremos a acompañarlos, porque el amor por estos colores no morirá jamás.
Por: Gustavo (Chino) Carmona
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