A DOS PELDAÑOS DEL SUEÑO
El reloj marcaba las 19.05 hs del sábado y en el Bajo Nuñez reinaba una certeza, Defe volvía a depender de si mismo para lograr el campeonato y por consiguiente el ascenso, después del empate de Brown frente a Plantense. Pero por supuesto, para que ese escenario no se modifique, el Dragón tenía que cumplir con su parte e imponerse al siempre complicado conjunto de Villa Lynch, que traía una racha de 10 partidos sin conocer la derrota.
La incertidumbre, si es que hay algún lugar todavía para ella, era saber cómo iba a reaccionar el conjunto de Rodolfo Della Picca, ante la nueva oportunidad que le presentaba el torneo, y una vez más, desde el comienzo, el rojo y negro se encargó de despegar dudas, mostrando que estaba decidido a asumir el protagonismo del encuentro. Plantado en campo rival, presionando bien arriba y desdoblándose por las bandas, en especial por la derecha (otro primer tiempo fantástico de Enrique), Defe empezó a minar de centros el área de la visita y la sensación de que la apertura del marcador iba a llegar pronto invadía el aire del Pasquale.
Sin embargo, un poco por la gran tarde del arquero rival, y otro poco por alguna falla en la última puntada, el Dragón no lograba quebrar la resistencia de su oponente y los nervios y la ansiedad aumentaban para quienes estábamos de la línea hacia afuera. Y me permito esta diferenciación, porque aquí encuentro una de las grandes virtudes que tiene este plantel. Defensores, éste equipo de Defensores, jamás pierde la paciencia, trabaja los partidos los 90 y pico de minutos, con el convencimiento que aún cuando la tarde viene torcida, el gol, el desahogo y la victoria, van a llegar. Y si en este fútbol de ascenso tan querido, donde la diferencia entre los equipos es mínima y los partidos se resuelven por detalles, un plantel plenamente convencido y consciente de sus armas, irremediablemente tiene una ventaja sobre el resto.
El cotejo ya había entrado en el último cuarto de hora, cuando en un tiro de esquina desde la derecha, Nahuel Fioretto (el equipo extrañó horrores su influencia en cada balón detenido durante su lesión) apuntó a la cabeza de Miguel Barbieri, Goux cortinó de manera notable, y el 6 con un cabezazo perfecto rompió la resistencia rival y desató la locura.
El final del camino está a sólo dos estaciones, la primera de ellas será el domingo frente a Almirante. El rojo y negro no podrá contar con el incansable Lucas Buono, pero ya ha demostrado tener un plus para este tipo de definiciones que seguramente ayudará a disimular cualquier ausencia. El rival llega con graves problemas institucionales, lo que lo llevará a jugar en cancha neutral, sin gente y con un equipo plagado de juveniles. Nada de esto garantiza una victoria de ante manos, pero el escenario parece colaborar para que Defe pueda traerse esos ansiados 3 puntos y esperar la última fecha con un panorama alentador.
Ya pensaremos en Estudiantes (cómo no hacerlo), primero es fundamental conseguir una victoria en Maschwitz y ahí si, definitivamente nos espera una semana de insomnio, ansiedad y locura, pero ante todo nos esperará una semana donde, como a lo largo de los últimos 2 años y medio, sabremos que nuestro sueño está en las mejores manos.
Por: Cristian Pasquale
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