Juan Carlos Marenda es uno de los 25 jugadores con mayor cantidad de participaciones en el primer equipo defensorista, en toda su centenaria Historia. Conocido por sus amigos como el “Toti”, tuvo el halago de jugar en Primera División en Argentinos Juniors y el Racing Club (también brevemente con Defensores, durante el Reclasificación de 1967), e inclusive de integrar el Seleccionado de Primera “B” en los años 60.
Llegó a Defensores en forma casual, y de la misma forma fue colocado en el césped del “Juan Pasquele” por “El Gallego” José “Chele” Arce Gómez, en un partido de entrenamiento del Seleccionado Nacional, donde comenta que sin darse cuenta, vio pasar delante suyo al legendario Antonio Ubaldo Rattin, a quien luego tuvo que enfrentar en el field. Su ubicación como marcador de punta fue también casual, ya que la marca no era su fuerte y si su habilidad con el balón.
Debutó, proveniente de las divisiones inferiores (donde tuvo como compañeros entre otros a Juan Carlos Sambucetti y Leonardo Balena, jugador este último, al cual destaca como “un fenómeno”), en el primer equipo, durante la Copa de Honor de 1964, cuando Defensores, de muy mala campaña en el torneo propiamente dicho (había finalizado en último lugar), optó por integrar su equipo con elementos juveniles, entre ellos Marenda.
A partir de allí, se puede decir que se hizo dueño del puesto de marcador de punta derecha (fue titular hasta el final), y jugó prácticamente en forma ininterrumpida hasta su partida, en el final de 1969, en 175 oportunidades. Sólo en 1965, alternó en el puesto con Roberto Giacomuzzi.
Su aparición en el primer equipo se produjo el 24/10/1964, en la cancha de Platense (en Manuela Pedraza y Cramer), durante el encuentro en el cual Defensores cayó frente a Villa Dalmine por 2 a 0. Su despedida tuvo lugar el 15/11/1969, llamativamente también en la vieja cancha de Platense, cuando Defensores, actuando allí de local, empató con Temperley en dos goles (convertidos por Ernesto Camino y Jorge Ocaño).
Su característica futbolística fundamental fue el buen manejo del balón y su tendencia permanente a “ir al ataque”, incluso llegando al área adversaria, apilando varios rivales, lo cual por entonces era una condición de muy pocos en su puesto. Constituía la salida del equipo por su lateral y su “cariño” por la redonda le hacía arriesgar a veces más de lo necesario, haciendo la salvedad que en lo hacía en una época en la cual el público solía aplaudir a quienes intentaban “jugar a la pelota”.
Frente a El Porvenir, el 17/5/1969, en Remedios de Escalada, convirtió un gol (uno de los 5 que marcó con la casaca de Defensores) de antología, a los 33’ del complemento, en lo que fue la goleada de Defensores por 5 a 2. Tras eludir a 4 rivales entrando al área: Fretes, Cavallo, Di Pascua y Merelas (si, Enrique, el actual Presidente del club de Gerli) superó , desde corta distancia, al arquero Aguilera.
Fue campeón de Primera “B” con Defensores en 1967 (participó de todos los partidos esa temporada, tanto en el torneo, como en la final y en el Reclasificación), y tres años más tarde, sus excelentes desempeños lo llevaron a jugar por Argentinos Juniors (de la mano de Angel Labruna, que lo había dirigido en Defensores), donde actuó entre 1970 y 1974, pasando luego al Racing Club y finalmente a Nueva Chicago, en 1978.
Recientemente, con una estampa muy similar a aquella que entregaba cuando vestía la casaca roja y negra, estuvo presente en el “Juan Pasquale”, junto a otros compañeros de aquellos tiempos, con motivo del homenaje brindado al recordado Angel Labruna.
Hoy, muchos años después de aquellos inolvidables momentos, los defensoristas le agradecemos a Juan Carlos Marenda todo lo brindado a nuestros colores dentro de la cancha, en la esperanza que él, tampoco se olvide de Defensores.
por: Javier Bava
Comentarios