Ningún defensorista, aquella calurosa tarde de un lunes de febrero, en Vicente López, hubiera siquiera soñado lo que nos pondría el futuro en el camino. Tras un empate con Riestra en el Bajo Núñez, todavía maldiciendo aquel pique de la pelota enviada por Buono por sobre la desesperada salida de Gustavo Ruhl, que pego en el travesaño y salió, y que hubiera decretado el triunfo, el único objetivo era permanecer en la Categoría, a la cual era recién llegado.
Recuerdo, además de los 3 puntos obtenidos, el gol convertido por Cristian Vergara, un verdadero golazo, que desafortunadamente no se volvió a repetirse en el paso de este jugador por Defensores. Tampoco escapan a la memoria algunas atajadas espectaculares y decisivas de Albano Anconetani, sobre todo tras el descuento del equipo local, así como la tarea de nuestros zagueros centrales, que sacaron todo lo que tiraban al área los delanteros de “susso”. En honor a la verdad, fue muy buena la actuación del “10” de Acassuso, el pelado Esteban González, que daba la impresión, en ese momento, de ser “un jugador de otra categoría”. Durante el presente Siglo (desde 2007 a la fecha), jugando en el “Juan Pasquale”, el Historial entre ambos equipos es parejo: sobre 7 partidos disputados, 2 ganó Defensores, y 1 Acassuso (los restantes 4, fueron empates), con 6 goles para el local y 4 para la visita. La última vez como local contra Acassuso, según los recortes periodísticos, Pablo Bueno (que venía de convertir con tra Flandria y Los Andes) se perdió el gol, que hubiera probablemente sido el de la victoria. Fue un centro de Gastón Grecco, que el “11” cabeceo desde cerca del punto penal, y la pelota salió apenas desviada. De haber entrado, seguro recordaría ese partido … Por entonces, en el equipo dirigido por Fito Della Picca, acompañaban a los próceres (Albano Antonetani, Luciano Goux, Juan Manuel Sosa y Nahuel Fioretto) en el elenco titular, nombres diferentes a los actuales: Luis Monge, Martín Alberich e Iván Nadal en el fondo; Alejandro González y Cristian Vergara en el medio, y Pablo Bueno y Leonardo Romero, arriba. Mucha agua pasó debajo del puente, y hoy la historia es distinta. Acassuso viene de obtener un empate como local frente al siempre peligroso equipo de Chiqui Tapia (y a mi criterio, también siempre candidato, por Plantel y por DT), Barracas Central, como local. Se ubica en la mitad de la tabla, cerca de los equipos que clasifican para el Reducido, que entiendo debe ser su objetivo. Defensores viene de 5 empates (4 partidos jugados en condición de visitante, 3 de ellos contra equipos que se ubican en los puestos de Reducido) en las últimas 6 presentaciones, y de sufrir un arbitraje como el de Hernán Mastrángelo, que además de sancionar en su contra un penal dudoso, amonestó a medio equipo, expulsó a uno de sus jugadores referentes (Juan Sosa) y no sancionó con igual rigor a los jugadores locales, ante faltas similares. Desde afuera, daría la impresión, y no desde el partido frente a Riestra, sino hace rato, que los árbitros están “mal predispuestos” con los referentes defensoristas, ya que en general son ellos (y no otros jugadores) quienes son sancionados con extremo rigor. Es meritoria la actitud del equipo, que no se amilana ni decae en su ánimo, a pesar de verse en la cancha perjudicado permanentemente con sanciones arbitrales, a veces poco entendibles. Cuatro penales en contra en los últimos 8 partidos, en los cuales fue dirigido 2 veces por Ignacio Lupani y 2 por Hernán Mastrángelo, un secuencia arbitral que no se repitió el resto del torneo y que llama poderosamente la atención. Como hecho también llamativo, observamos la actitud de los medios dedicados al ascenso, de ignorar la situación por la que atraviesa Defensores. Estos mismos medios, que rápidamente en la temporada anterior salieron a decir que “a Defensores le daban penales todos los partidos” (5 en 18 fechas, y ninguno más luego de la denuncia mediática), hoy no se expresan de la misma forma respecto de otros equipos, que han ejecutado 8 en 20 encuentros. Daría la impresión que a sabiendas que Defensores posee un plantel “corto”, con algunos jugadores fundamentales, lo tratan de perjudicar, mermándolo. Igualmente, un plantel acostumbrado a las paradas difíciles, seguramente no aflojará y se hará aún más fuerte en la adversidad. “Ladran Sancho, señal que cabalgamos” …..
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