Escribo esto para llevar tranquilidad a un ignorante. El Sr. Eduardo Castiglione, puede quedarse tranquilo, Dios ha perdonado a Luciano Goux. Dios, sus compañeros, los que estábamos en la cancha (a usted no lo vi), el cuerpo técnico, los dirigentes, las personas que conocen al jugador y todos los que han jugado al fútbol alguna vez y han saltado frente a una pelota repartida, sufriendo o dando un golpe resultado de la fricción del juego. El flaco Goux es referente por su buena fe, compañerismo, solidaridad y no está excento de errores, obviamente.
Pero bestial, feroz, soberbio, impiadoso, criminal, animal, mal nacido, transformado en lo peor que tiene el fútbol… El periodista Eduardo Castiglione elige sus palabras, fríamente, sabiendo que serán publicadas. No las lanza en el fragor de un partido de la B o en una reunión de amigos después del partido. Puede elegirlas como yo esta noche: su texto es mal intencionado, ofensivo y lo más peligroso, es irresponsable. Mala leche, dirían en la cancha. Quienes gozan del privilegio de ser leídos o escuchados por miles de personas tienen la obligación de no generar violencia. El jugador de no provocar a la hinchada, la hinchada de no arrojar objetos a la cancha, no encender pirotécnia, los dirigentes de organizar el ingreso y egreso de todos los participantes del evento en forma segura… Los periodistas de no hablar sin saber. Bastante simple para ellos, no? Pero ya lo dijo Marcelo Bielsa en la conferencia de prensa del 2003, Eduardo Castiglione no sabe. Ojalá Dios perdone también su reincidente ignorancia, Sr. Castiglione.
Por: Javier Pablo Ronsivalli
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