Por la fecha 37 del torneo Primera B Metropolitana, Defensores empató 1-1 frente a Atlanta en Villa Crespo y se llevó un punto que permite seguir creyendo en la salvación. En la previa del partido había mucha fe por parte de los hinchas de Defe. Luego de las tres victorias consecutivas en las cuáles pudimos mantener el arco en cero, invitaba a pensar que, si el equipo salía con la misma actitud, los tres puntos se iban para Núñez.
El comienzo del encuentro mostró a un Defensores decidido, que de la mano del desequilibrante Colitto intentaba lastimar al equipo local. Pero luego de una desatención defensiva, Acuña quedó sólo dentro del área y abrió el marcador en favor de Atlanta. Un resultado impensado, el local no había hecho mucho más que Defe y, hasta el momento, se llevaba un premio demasiado grande.
El desafío del equipo de “fito” ahora era no desesperar, tratar de re acomodarse en el campo de juego y buscar, como mínimo, el empate. Pero la claridad no aparecía, un desdibujado González (que salió reemplazado en el primer tiempo por Aguirre), no podía desequilibrar por el sector derecho y a Defe no se le caía una idea.
Si bien hasta el momento era una de las actuaciones más flojas de los últimos partidos, el dragón tuvo sus situaciones claras antes que el árbitro mandara a los jugadores al vestuario. Un cabezazo de Goux que contuvo el uno local, y un mano a mano de Bueno. Finalizado el primer tiempo, Defe se iba al vestuario con la sensación que debían mejorar mucho para revertir el resultado.
El segundo tiempo no encontró a un Defensores diferente. Es que el local tampoco hacía nada para aumentar el resultado, pero nos faltaba un cierto grado de agresividad para poder acorralar a Atlanta y empezar a querer cambiarle la cara al partido.
El técnico Della Picca percibió esta necesidad, y mandó a la cancha dos cambios ofensivos. En primer lugar ingresó Grecco en lugar de Bueno y luego Tridente por Monge. A partir de los cambio Defe se animó más y empezó a meter en su propio arco al “bohemio”.
El público local se daba cuenta que se le complicaba el partido y comenzaron a alentar y presionar a sus jugadores. Pero no pudieron, porque nuevamente el fuego sagrado del dragón se hizo sentir. Aguirre quedó mano a mano y definió muy bien contra el palo derecho del arquero para desatar la locura y el empate que era, sin dudas, el resultado más justo para el encuentro. Pero Defe no se conformaba y seguía buscándolo con todo. Cuando se moría el encuentro, Grecco quedó mano a mano y definió mal rebotando la pelota en el arquero.
El árbitro pitó el final y quedó una sensación agridulce: está claro que necesitamos ganar sea como sea en todas las canchas, pero la entrega de los jugadores nos da la ilusión de poder sacar todos los puntos que quedan. Lo que en principio fue una constante cargada del público local hacia los simpatizantes de Defe, terminó siendo puro insulto para sus jugadores y preocupación por su mal momento futbolístico (Cassano dejó de ser el técnico del Bohemio). Nosotros sigamos en nuestra lucha, todos juntos, todos unidos. Vamos Defe que se puede!!!
El segundo tiempo no encontró a un Defensores diferente. Es que el local tampoco hacía nada para aumentar el resultado, pero nos faltaba un cierto grado de agresividad para poder acorralar a Atlanta y empezar a querer cambiarle la cara al partido.
El técnico Della Picca percibió esta necesidad, y mandó a la cancha dos cambios ofensivos. En primer lugar ingresó Grecco en lugar de Bueno y luego Tridente por Monge. A partir de los cambio Defe se animó más y empezó a meter en su propio arco al “bohemio”.
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