Luego de varios idas y vueltas sobre cuál sería el estadio en el que se iba a disputar el partido, finalmente, Defe enfrentó a Los Andes en cancha de Quilmes y se trajo una victoria importantísima del sur.
Es que no era un partido sencillo, el equipo de lomas venía de ganar en cancha de Morón y quería seguir de racha. Por otro lado, Defe había logrado una victoria ante Flandria en el bajo, donde el equipo de fito no jugó un gran fútbol pero tuvo mucha actitud para llevarse la primera alegría del año.
El primer tiempo no fue muy diferente a lo que fue el partido con el “canario”, el equipo no se encontraba en la cancha, estaba impreciso y no generaba ninguna jugada de peligro. Por si eso era poco, Los Andes abrió el marcador rápidamente y la tarde se ponía cada vez más negra. Por otra parte y más allá del gol, el equipo de De La Riva no generaba peligro ante el arco defendido por Anconetani y el primer tiempo murió, solamente, en intenciones para el “milrayitas”. El dragón se fue al vestuario preocupado, pensando que tenía que realizar un cambio radical para modificar la mala imagen que había dejado en el campo de juego.
La segunda etapa comenzaba con una modificación: ingresaba Serrano por Gonzalez, quien había tenido un flojo encuentro. Y finalmente apareció el fuego sagrado del dragón, ese fuego que está obligado a largar este equipo en todos los partidos que le toque afrontar. Rápidamente, a los cinco minutos, Vergara mandó un muy buen centro que conectó Bueno de cabeza y marcó el empate para el delirio de los hinchas presentes en Quilmes. Pero los jugadores no se conformaban con eso, querían más, trababan, corrían, jugaban una verdadera final.
El cambio de actitud fue muy positivo, el equipo local se veía asombrado y se rendía ante los pies del dragón. Y finalmente llegó, luego de que Meineri diera una correcta ley de ventaja, Serrano (que con su entrega y actitud cambió el mediocampo), habilitó a Luciano Goux quién definió de manera exquisita para poner en ventaja a Defe.
La locura se apoderaba de los hinchas que estaban en la platea y dejaban la garganta en el suelo gritando ese gol que le daba una victoria importantísima. De aquí en adelante no hubo mucho para destacar, el local buscaba por todos los medios mientras Defe aguantaba y esperaba una contra para liquidar el pleito. Rodolfo Della Picca realizó dos modificaciones más: ingresaron Porcel y Colitto dejando sus lugares Fioretto y Vergara (que salió con una molestia). El final del partido llegó y, con él, la alegría de haber conseguido la segunda victoria consecutiva en lo que va del año, de haber ganado nuevamente con huevos, actitud y, sobre todas las cosas, con once dragones dentro del campo que entendieron que cuando no hay juego los partidos se ganan de esta manera. Nuevamente volvimos a demostrar que ante la adversidad Defe se agranda, porque somos grandes y ese mensaje les llegó claro a los jugadores que en la cancha le demuestran a los rivales que, en las malas, Defe te quema.
Arriba dragón!!!
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