Defensores volvió al triunfo y a la punta del campeonato luego de vencer por 1 a 0 a Atlanta en la noche del Pasquale.
En un partido jugado más con el corazón, el orgullo y el amor propio que con fútbol, Defensores obtuvo una importante victoria que lo sube otra vez a la cima de la tabla de posiciones, pero por sobre toda las cosas suma para la del descenso, quedando a la espera de que al finalizar la fecha alguno de nuestros rivales pierda algún punto y nos permita descontar (por lo pronto Flandria empató y Merlo perdió).
Fito Della Pica decidió salir desde el arranque con un planteo, en nombres, mucho más ofensivo que lo habitual. El medio campo con Aguirre por derecha y Colitto por izquierda, hacía presagiar que veríamos un Defensores que iba a ir por todo desde el arranque.
Si bien no cabe ninguna duda que esa era la idea, no fue el Dragón quien arrancó mejor el partido. El rojinegro comenzó algo impreciso y el dueño de la pelota en el inicio fue la visita. A Defe le costó algo más de 20’ acomodarse en el campo, Aguirre intentaba desequilibrar pero se mostraba impreciso, Colitto aparecía en cuenta gotas, entonces se hacía difícil la buena distribución del balón y el buen juego. Hasta que llega la primera situación para Defensores, en dos oportunidades Romero se pierde el gol. Primero el cabezazo abajo del nueve es bien rechazado por el uno Bohemio, en el rebote le cae de nuevo al delantero de Defe pero su disparo se estrelló en el poste.
Avisaba el Dragón y se acomodaba en el partido. Si bien no abundó el buen juego, comenzó a ser más que su rival y a dominar las acciones.
Paradójicamente Fito puso un equipo para controlar y manejar mejor la pelota, pero ante la necesidad de recuperar, raspar y meter, terminó siendo un equipo aguerrido y de lucha en toda la cancha. Apareció el otro Defe, el que no se achica, el que todos esperábamos ver de nuevo, ese que con actitud y personalidad saca adelante los partidos complicados.
Hubo buenas actuaciones en general, Anconetani sobrio y seguro en la valla, Monge y Nadal incansables por los laterales, Goux y Giménez en el primero, o Goux y el inmenso Porcel en el segundo, se cansaron de sacar todo lo que Atlanta intentaba meter en el área, Aguirre y Colitto cuando no tenían la pelota corrían, metían y colaboraban con la marca, Sosa, el mejor de Defe por lejos, manejó los hilos de la recuperación y la distribución para los q más saben, Libramento sacrificado corrió y metió como loco y adelante Romero y Bueno las pelean todas y aunque no se les está dando el gol, siempre son importantes para el equipo. Le dieron aire y velocidad al equipo los ingresos de Olid Apaza y sobre todo de Tridente, esta vez bien de punta, y que en la primera pelota que tocó le dio el triunfo al rojinegro, con una exquisita definición tocando por arriba ante la salida del arquero.
Fue triunfo, festejo y alegría para toda la gente del Dragón. Porque se volvió al triunfo y de local, ante el puntero, al que ahora alcanzamos, porque se volvió a sumar de a tres y a meter un gol después de muchas fecha sin ganar y sin convertir, porque volvió a aparecer esa actitud y entrega que parecía un poco ahogada por la presión de los resultados.
Ojalá este sea el despegue definitivo de Defe, un Defe que necesitaba como ninguno el desahogo del triunfo y del gol. Un Defe que no se resigna ni se va a resignar jamás a dar batalla hasta el último segundo. Anoche volvió el gol, volvió el triunfo y porque no:
“VOLVIÓ EL DRAGÓN, Y CON EL CUCHILLO ENTRE LOS DIENTES”
Gustavo (chino) Carmona
gcarmona@defeweb.com.ar
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