Defensores jugó el peor partido en lo que va del campeonato y cayó por 2 a 0 ante Tristán Suarez en su visita a Ezeiza.
El Dragón arrancó el partido con todo, parecía decidido a comerse al rival, pero ese arranque inteligente, con mucha movilidad, en el que la pelota corría más que los jugadores, en el que Defe era amo y señor de las acciones, donde llegaba por ambas bandas y era amenazante, sólo duró entre 10 y 15 minutos. Después de eso el equipo cayó en una laguna mental y futbolística que duró hasta el pitazo final.
Sinceramente se vio el peor Defensores en lo que va del campeonato, perdido en la cancha, sin rumbo, sin ideas claras, sin convicción a la hora de ir a buscarlo, no por falta de actitud, sino por una importante falta de recuperación y generación de juego.
De a poco Tristán Suarez se fue adueñando de la pelota y pasó de ser un equipo frio y sin ideas al que parecía fácil ganarle, a uno que dominaba en todos los sectores del campo de juego y reducía y obligaba a Defensores a repetirse en ataque con pelotazos frontales que dominaban fácil los defensores locales.
Para la segunda etapa, Fito probó ser más ofensivo, con el ingreso desde el arranque de Colitto y Olid Apaza por Porcel y Serrano, el tiro salió por la culata. Si bien Defe pareció que quería más, siguió siendo impreciso y quedó desequilibrado, sobre todo porque a los 7’ el local encuentra el gol en un buen contragolpe, lo que hizo que Defensores se desesperara aún más y la impotencia se adueñara del equipo. Luego entró Aguirre por un impreciso Fioretto pero tampoco su ingreso tuvo el resultado esperado.
Defe tuvo dos situaciones claras en todo el partido, las dos en la cabeza de Romero. La primera en aquellos primeros minutos en los que dominaba a su placer. Increíblemente el centro delantero cabeceó por arriba del travesaño el excelente centro enviado por Monge, desperdiciando una inmejorable situación. La segunda en el segundo tiempo, otro centro bien ejecutado cabezazo débil de Romero que le dio la posibilidad al uno local de recuperarse y quedarse con la pelota.
Como contra partida, el local tuvo unas cuantas situaciones a su favor. En la primera parte, tuvo una que dio en el travesaño, y un par de llegadas que controló bien Moyano el guardameta rojinegro. En el segundo tuvo al inicio la del primer gol convertido por Vaccaría de cabeza por arriba de Moyano que no pudo llegar a pesar del intento, luego otro cabezazo de Vaccaría que se fue por muy poco, un zapatazo dentro del área chica de Torres con el arco vacío, que increíblemente se fue a escasos centímetros del travesaño y la del segundo gol, una excelente definición de Farías.
En el final, en tiempo de descuento, Defensores tuvo un penal a su favor, que Ramírez le atajó a Romero. Redondeando la peor tarde del Dragón en este torneo.
Más allá de la mala tarde del Dragón, hay un párrafo aparte para la lamentable actuación de López Aldazabal. El árbitro del partido se encargó de medir descaradamente con distinta vara cada falta cometida por el local y por Defensores. Faltas cometidas por los del roijnegro eran sancionadas y hasta en ocasiones merecedoras de tarjeta amarilla, jugadas iguales cometidas por los locales no solo en muchas ocasiones no eran sancionadas sino que cuando se cobraban los jugadores no eran amonestados como los nuestros. La más ordinaria “falla” del árbitro fue no expulsar a Gaby Díaz cuando el partido aún estaba 1 a 0 abajo. El ex Defensores, le aplicó un terrible golpe de puño, a la vista de todos, al Topo Aguirre, el árbitro no sólo observó la acción y cobró la falta, sino que deliberadamente obvió sacarle tarjeta roja, tal cual reza el reglamento que sanciona con expulsión a quien aplique un golpe de puño. Sólo se limitó a sacarle amarilla al volante Lechero, pese a constatar que producto del golpe el delantero de Defe debió salir del campo porque sangraba en su boca.
Con esto no justifico nada, Defe jugó mal y eso no lo niega nadie, pero los arbitrajes también están perjudicando al Dragón.
Se viene Colegiales en el bajo la próxima fecha, Defensores necesita un triunfo urgente y deberá trabajar mucho en la semana, en lo anímico y en lo futbolístico, intentando reencontrarse con el Dragón de las primeras fechas, con el que todos nos ilusionamos y el que sabemos aparecerá para volver a encaminar las cosas.-
Gustavo (chino) Carmona
gcarmona@defeweb.com.ar
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