Defensores empató sin goles con Fénix en Pilar en un partido que pudo haber ganado si afinaba la puntería.
El trámite del partido le fue favorable al Dragón en varios pasajes, en los que contó con un par de oportunidades claras de quedarse con el triunfo, pero lamentablemente no supo aprovecharlas, mérito también de Hernández, el uno local, que salvó a su equipo en las tres más claras para Defe, en el primer tiempo le ahogó el grito de gol a Porcel, que llegó por sorpresa y solo, con pelota dominada por la izquierda del ataque rojinegro, su remate fue bien contenido por el arquero. En el segundo las dos más claras fueron una combinación entre Nadal y Olid Apaza que terminó en la llegada del lateral izquierdo al fondo del área, su centro fue interceptado justo por Hernández cortándole el grito a Bueno y Romero que entraban con todo. La otra fue un mano a mano que el uno le gana a Pablo Bueno cuando este intentaba una gambeta que lo desparramara por el piso.
No fue un buen partido, el encuentro estuvo muy trabado y por momentos deslucido en cuanto al juego de ambos equipos. Las urgencias y necesidades de los dos por evitar zafar del descenso indudablemente complica un poco las cosas a la hora de definir los partidos, los mismos se hacen tan cerrados que se termina pensando en no perder aunque sea ese punto.
Más allá de que sumar, aunque sea de a uno también sirve, Defensores nunca demostró que le servía el empate, siempre fue a buscarlo y dio claras muestras de querer quedarse con los tres puntos. Los cambios realizados por Della Pica (ingresaron Olid Apaza y Aguirre por Tridente y Nadal) son una clara demostración que Defensores no va a especular a ningún lado. Hubo una búsqueda permanente del Dragón por poder romper el cero en el arco rival y tuvo las opciones para hacerlo, pero parece q el destino tiene ganas de hacernos sufrir más de lo que estamos mereciendo.
En líneas generales Defensores tuvo un partido aceptable, aguantó cuando tuvo que hacerlo y aceleró y fue al frente cada vez que pudo. El equipo muestra siempre una actitud, como la del guerrero herido que nunca baja su espada, herido y todo, pelea con todas sus fuerzas ante cada oponente porque sabe que sino se muere. Eso es lo que hace que uno tenga constantemente la tranquilidad (más allá de las urgencias) de que se está yendo por buen camino, que hay plantel capacitado y comprometido para lograr el objetivo.
El torneo es larguísimo y por ahora Defensores sigue en la cima de la tabla por ascender y al mismo tiempo en descenso directo. Pero a no desesperar que las cosas se van a ir acomodando de a poco. Por lo pronto todos nosotros ocupémonos de darles nuestro apoyo al equipo llenando el Pasquale el próximo miércoles cuando tengamos que recibir a Temperley por 11° fecha de la B metro.
Gustavo (chino) Carmona gcarmona@defeweb.com.ar
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