Se mejoró la actitud. Se mejoró en el juego. No expulsaron a ningún jugador nuestro, pocas amarillas. Se pateó mal un penal a favor. No fue un gran partido de Defensores, aunque esta vez haya sido digno.
«Padre Nuestro, que estás en los Cielos,
Santificado sea Tu Nombre,
Venga a nosotros Tu Reino,
Hágase Tu Voluntad,
así en la tierra como en el Cielo.
El pan nuestro de cada día dánoslo hoy,
y perdona nuestras ofensas,
así como nosotros perdonamos a quiénes nos ofenden,
y no nos dejes caer en la tentación,
mas líbranos del mal. Amén.»
Los que tenemos fe seguiremos trabajando para revertir esto.
Federico Medina
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