Defensores rescató un empate en su visita a San Martín y quedó en deuda con el juego.
El Dragón pareció salir decidido desde el primer minuto a traerse un empate, desde el arranque estuvo parado muy atrás con una clara intención de cederle la pelota, el protagonismo y el terreno a Chacarita esperando que en esa desesperación del local por ir a buscar la victoria se generaran los espacios para ahí sí de contra poder aspirar a algo más que el empate. Pero para que el guión escrito por Duró de resultado se necesita que el equipo sea mucho más regular y hasta por momentos ambicioso.
Sé que tengo que analizar fríamente el planteo y el partido, intentando dejar de lado a ese hincha fanático que tengo dentro (y que siempre quiere ir al frente y salir a ganar en todos lados, más teniendo en cuenta que el rival es especial por la triste historia que enlutó nuestro descenso). Debo entonces reconocer que a veces ir al frente como loco implica también regalarse, pero también sabemos que salir pensando seriamente en el arco de enfrente da más posibilidades no sólo de poder conseguir ese punto, que a la larga no es malo, sino de obtener una victoria que no sea sólo porque el rival falló en sus intentos por ganarte.
Es probable que lo imaginado por Duró para éste partido no estuviese errado, pero dependía de que los actores interpretaran éste libreto a la perfección. Es ahí donde se cayó todo el plan. Porque Salvo por la defensa y el arquero, el resto fue pura imprecisión y falta de ideas. Chacarita se vino con todo desde el arranque y El Dragón aguantó esos primeros minutos con una concentración impecable, defendiendo el cero con uñas y dientes, esperando que pasado ese vendaval se acomodaran las cosas. Pero eso nunca pasó, porque el medio estuvo perdido, el doble cinco con Díaz y Peruggini no hizo pie nunca, Bustos estuvo muy impreciso y el pobre de Colitto dejó todo ayudando en la recuperación pero se lo buscó muy poco a la hora de tener que crear peligro en el arco de enfrente. Con éste panorama los delanteros quedaban lejos y muy solos para pelear la pelota, que sólo les llegaba en escasas oportunidades y con tiros largos y frontales que para lo único que servían era para agrandar la figura de los dos experimentados centrales del funebrero.
El local contó con varias oportunidades de quedarse con la victoria, la que no llegó nunca gracias a los palos en un par de oportunidades y a Bangert en otras tantas. Como contra partida Defe tuvo un par a su favor pero en las contras faltó esa precisión y efectividad que tuvimos frente a Los Andes y Estudiantes.
Por lo hecho en ataque por ambos equipos el empate premió al Dragón, que para hacer realmente valioso éste empate deberá indefectiblemente obtener una buena victoria el próximo sábado cuando reciba al caído y golpeado Barracas.
INFORME: Gustavo (chino) Carmona
gcarmona@defeweb.com.ar
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