Nada de lo que se diga aplica al nuevo cuerpo técnico. Porque 2 días de trabajo no son medida como objeto análisis. Fito Della Picca ya es pasado, y lo que queda de este triste momento es el plantel. Una apatía generalizada que no responde a lo que el club les ofrece en sus condiciones laborales.
Solo 2 cachetazos de Armenio bastaron para lapidar la suerte de Defensores, que volvió a pasear todas sus miserias por Ingeniero Maschwitz. Fallas en todas sus líneas, desconciertos repetidos y una reacción que no llega.
El Dragón intentó re ordenarse, por momentos parecía lograrlo pero, cuando promediaba el primer tiempo, los 2 goles de Armenio lo devastaron. El local controló el resto del partido y los nuestros jugaron contra todos sus rivales del presente año: su impotencia, su carencia de ideas ofensivas, su inseguridad y, duele en la subjetividad de este comentario, su desgano.
A favor: se insinuó un juego por bajo con la intención de conservar la pelota, y las oportunidades que aún le ofrece este torneo. Aún con la seguidilla de malos resultados, se está a 10 unidades del último en ingresar al reducido (San Carlos) con 2 partidos menos.
Se avecina el momento que mas compromete al objetivo, la recta final del torneo. Ahí, donde un equipo define su futuro y sus pretensiones. Sería los más digno, entre lo ya perdido, aspirar a ese octogonal que Defensores ya tiene bien conocido. Para ello, la reacción debe ser inmediata y el equipo debe encender esa luz apagada. Hay que poner más, así será imposible. Primero reaccionar, segundo poner más, reencontrar el alma y, ya con eso activado, empezar a re acomodar los fundamentos futbolísticos para encumbrar esta pobre campaña.
Federico Medina
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