No hay mucho por comentar, o sí. Mucho por lamentar. Porque defensores no puede aguantar su libreto, ese que sabe interpretar durante los primeros minutos pero que rápidamente se desvanece ante la primera adversidad.
Otra vez Villasanti tomó la responsabilidad de ser el hombre gol, y hasta ahí todo era bueno. Morón encontró un gol en medio de un desorden propio de los nuestros, y volvieron los fantasmas de Platense.
Defensores retrocede mal, no toma las marcas, no llega a los anticipos y, rara vez, gana en «las segundas jugadas». Por eso, el Bustos de ellos aprovechó un rebote en el travesaño y entro cómodo a definir entre 3 hombres del dragón que lo vieron pasar, llegar y definir. El primer tanto también tuvo desatenciones y un marcado error de Griffo.
Las ideas para atacar son escasas, la voluntad de Coria lo aleja de las chances de gol. Las proyecciones por las bandas se tornan previsibles y neutralizables. La precisión ausente. Sólo Ortega y su buen criterio.
Así todo, el empuje y la adversidad lo acercaron a tiro de empate. Porque Morón también es un equipo limitado.
Defe está en terapia intensiva, y todos nosotros alrededor de la camilla esperando que abra los ojos. Hay tiempo para pelear un lugar en el reducido. Hay material, con trabajo y compromiso se abrirá el camino de retorno a aquellos recientes tiempos felices.
Informe: Federico Medina
GENTILEZA HEVA IMAGENES
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