Con el último suspiro

Con el empate alcanzaba, pero el equipo de la Colectividad se había puesto en ventaja muy temprano, y Defensores no podía quebrar el planteo propuesto por los dirigidos por Hilario Bravi, que se habían puesto en ventaja muy temprano, en el primer tiempo, en un campo de juego sumamente embarrado.
Defensores contaba con ventaja deportiva, ya que había terminado el Torneo en 4º lugar y su rival, que venía de eliminar al poderoso Almirante Brown, 10º.

Cuando ya no había tiempo para nada, cuando el reloj marcaba el final del partido, Guillermo Aldaz con un formidable tiro libre que dejó sin chances a Ezequiel Bustos, le dio al local el pasaporte a la semifinal.

El apoteótico festejo una vez terminado el encuentro lo dice todo. Defensores estuvo a punto de quedarse sin nada.
Quizá no recordarán los hinchas del Dragón un gol tan festejado como este o bien tendrán que remontarse a tiempos muy lejanos, donde hasta la memoria puede fallar en el recuerdo.
Nuevamente Defensores se encontraba a un paso del ascenso. Aunque esta vez con el aliciente de acceder a una Categoría desconocida para él, que supo ser de Primera, de Segunda y de Tercera.
Ahora lo esperaba San Telmo, a quien eliminará y finalmente el mismo rival que dos años atrás había robado sus sueños en la cancha de Platense. Pero la final con el Celeste es otra historia.

Por Javier Bava