Son proporcionalmente pocas (1% del total de sus partidos Oficiales) las veces que Def. de Belgrano jugó oficialmente durante el mes de Enero. La mayoría de ellas producto de Torneos que se extendieron más allá de lo deseado y por lo general nunca sobrepasando la primera quincena del primer mes del año.
Durante parte del amateurismo, se prohibió, para evitar los efectos del calor, incluso por un Edicto Policial, la práctica de football en época de verano, y los equipos cerraban su temporada oficial a fines de diciembre. Igualmente, “para despuntar el vicio”, se realizaban partidos amistosos, los cuales comenzaban a un horario “prudente”, cuando el sol comenzaba a caer. Muchos partidos jugados en verano, sobre todo aquellos que requerían de tiempo suplementario, podían no finalizar por falta de luz.
Debe recordarse que el calor comenzaba mucho antes y que por ejemplo, la final de Intermedia por el ascenso de 1917, se jugó a principios de diciembre bajo un calor sofocante, que provocó varios desmayos a los integrantes de ambos conjuntos. Esta abstinencia futbolística “veraniega” se debía a que por las altas temperaturas, muchos players sufrían de insolación, que en los casos extremos, podían llevar a la muerte. Ese fue el caso del jugador de Gimnasia y Esgrima de La Plata, Héctor Arispe, en el encuentro frente a Sportivo Barracas, hecho que obró a favor de la profesionalización del football. Volviendo a Defensores, llamativamente, el sábado próximo, le tocará por primera vez disputar el clásico de Núñez en Enero. Sólo en 1925, los rivales de Núñez debían enfrentarse en Enero en el Bajo Núñez, por la última fecha de la Copa Competencia, pero Platense, que no tenía posibilidades en este Torneo, perdió los puntos por no presentarse a jugar.
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