Cauto pero confiado, Juan Pablo Rocchi habló mano a mano con La Máquina del Bajo. Se ilusiona con el ascenso, pero dice que lo más importante es ganarle a Los Andes. “Cuando se queda una base siempre es bueno”, asegura.
Por su trayectoria y por la merma de jugadores que tuvo el plantel, Juan Pablo Rocchi podría ser considerado uno de los referentes del equipo. Además, sus números de la temporada pasada lo avalan como uno de los baluartes del Dragón: jugó 43 de los 44 partidos del año ausentándose sólo en la derrota ante Chicago 1-0 en Mataderos. Esto hizo que fuera el jugador que más minutos tuvo la rojinegra pegada en la piel con 3960, superando por 90 a Raúl Sanzotti. Gritó dos goles. Aunque si nos aferramos a los tecnicismos sólo festejó uno, el tercero del 3-2 a Tristán Suárez, ya que guardó respeto cuando le convirtió a su ex club Morón. Pero todo eso es pasado. Rocchi lo sabe y por eso, como todos los hinchas defensoristas, espera por el comienzo de la nueva temporada.
– Imagino la ansiedad por el atraso del torneo
– Sí, porque hicimos una buena pretemporada pensando que íbamos a arrancar el 8 de agosto, pero el sorteo nos deparó que la primera fecha no la jugábamos (NdR: era postergado el partido ante Los Andes), en la segunda quedábamos libres, así que íbamos a jugar el 14 de todas formas. La diferencia es que ahora vamos a arrancar cuando lo hacen todos. Pero contento por la pretemporada que se hizo y por los amistosos que tuvimos porque jugamos buenos partidos.
– ¿Es importante que se haya quedado la misma defensa que el torneo pasado?
– Cuando se queda una base en un equipo siempre es bueno, más cuando se tuvo un buen torneo pasado, en el que no arrancamos bien y después levantamos mucho. Hacés el balance y que se haya quedado la base es fundamental para un equipo.
– Y de mitad de cancha hacia arriba, ¿está bien que haya habido tanto recambio?
– Se fueron muchos chicos y no llegaron tantos, pero se cubrieron los puestos de acuerdo con el sistema que juega el Gato. No está Mina, pero vino Leo (Luppino), que es un jugador con mucha experiencia, que juega muy bien. Nos sorprendió a todos porque no venía jugando y está en un nivel muy bueno. Con Martín Asencio se reemplazó a Ramiro y tenemos dos bestias adelante como Maurito (Conocchiari) y Javi (Molina), que son dos delanteros que uno siempre quiere tener en su equipo. Los conozco a los dos y los quiero tener siempre. Eso sí, todo esto y lo que quiere Salvador hay que tirarlo en la cancha contra Los Andes.
– Decías que conocés a los dos delanteros, pero compartiste equipo con Conocchiari.
¿Qué le puede dar a la ofensiva del Dragón?
– Ante todo, ganas. Pone mucho sacrificio y juega muy bien con la pelota en el piso. Yo tengo fe de que va a hacer goles porque él siempre convirtió en todos los lugares donde jugó. En ese sentido estoy tranquilo porque sé que en el equipo hay dos delanteros que hacen goles.
– Después del recambio que hubo, ¿Defensores puede afrontar un torneo tan largo y duro como el de la B?
– No soy quien para opinar si se fueron muchos y vinieron pocos. Los que quedamos estamos mentalizados en que son 40 fechas muy largas y tenemos que estar todos listos para cuando Salvador lo disponga. Hay muchos chicos que subió el Gato este año y que nos sorprendieron como el hermano del Bocha (Martín Batallini), los dos Villalba (Emiliano y Jonathan), Nebot… Fue similar como cuando jugaron Fisu (Martínez Montagnoli) y Alberich. Si llega a alguien más, bienvenido sea. Sino tenemos que estar comprometidos los que estamos ahora.
– ¿Cómo viste la adaptación de todos estos juveniles al plantel?
– Como te dije recién, nos sorprendió. Le ponen muchas ganas al laburo, tienen ganas de crecer y eso es fundamental. Este equipo apoyó a muerte a todos los chicos. Ellos son los que nos van a salvar en u futuro, tanto a nosotros como a la institución. Por eso el cuerpo técnico trabajó mucho con ellos. Se les debe mucho por todo lo que pasó con Alberich, Montagnoli y Ceratto.
– ¿Cuál fue tu balance de la temporada pasada?
– Cuando llegué de la mano del Gato, elegí Defensores porque conocía al cuerpo técnico y sabía que iba a pelear algo. El año pasado se arrancó mal y levantamos. El Gato nos decía que íbamos a ser campeones en la última fecha y no fuimos campeones, sí logramos entrar al octogonal. Después no se nos dio por muy poco, pero fue importante lo que hicimos.
– La temporada pasada se arrancó mirando el promedio de reojo. Ahora que ya no está esa presión, ¿vamos a ver algo distinto en el equipo?
– Yo siempre digo lo mismo. Cuando se comienza un año, un proyecto, uno sueña. Soñar no es nada malo. Pero tenemos que pensar en el partido que viene. Me gusta ser campeón, quiero ser campeón, pero hay que apuntar al reducido. Es una forma de ilusionarse tanto. El año pasado teníamos más plantel. Este torneo tenemos más experiencia, pero menos cantidad de variantes, por lo que la ilusión nuestra tiene que ser el partido que viene. Ahora hay que apuntarle a Los Andes. Si le ganamos, vamos a dar el paso más importante de este año porque después quedamos libres, la gente de local va a estar expectante, se quedó la base con el agregado de 2 ó 3 jugadores, pero lo más importante es ganarle a Los Andes. Si arrancamos bien después tenemos una semana para descansar, pensar en San Telmo, después en recibir a Chicago… No sé mis compañeros, pero yo creo que tenemos que estar mentalizados en Los Andes y no en salir campeón.
Nota: Facundo Cámera
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